Pablo Tamayo se ha dedicado a asumir y afrontar los retos que él mismo se impone en su vida profesional, buscando en el arte, encontrar la esencia del ser humano. Su anhelo por indagar más allá de la apariencia física de las personas, lo lleva a estudiar el rostro, que además de ser, la matriz de la expresión individual, es para él, un estimulante primordial como artista.