La obra de Isabella es una aproximación a la »geometría afectiva». Las formas construidas cuidadosamente en cada composición están inspiradas en los movimientos concretos, ópticos y cinéticos del siglo pasado. Esta elección no es caprichosa, el objetivo principal de la artista es enaltecer y elevar la tradición femenina del bordado, generalmente confinada a los artesanal y el ambiente doméstico. Su propuesta se basa en elaborar una obra que entrelace la afectividad y la intimidad del proceso del bordado y, el estudio matemático de las figuras geométricas. De esta manera, el resultado obtenido es un conjunto de piezas que revelan una técnica única de bordad, desarrollada por la propia artista que generan en el espectador sensaciones de movimiento, inspiradas en los trabajos de cinéticos de Soto y Cruz Diez.